abril 03, 2008

Recordar la propia nada
o que la sombra se nos tiña de rojo
son señas de cuán silente es nuestra presencia.

3 comentarios:

Gustavo Tisocco dijo...

silente y pequeña, pero aún así caminamos no?
Un abrazo Gus.

antonio medinilla dijo...

Si es que no somos nadie, estimado autor.

Abrazos. Antonio.

Viviana Álvarez dijo...

Estimado Daniel, un espejo tu poema, para introspectar y ver, sinceramente, nuestra insignificancia, pese a egos y vanas magnificencias...

Cariños