La esperanza de perfección inmoviliza.
Fundemos lo breve
hecho del reparto humano
de la prolijidad más posible.
El órgano plano
mis ojos que se llevaron tantos cuerpos
bordes que me sostienen.
Vistamos la piel
que nos retira de la mirada incompleta
que sólo nos ausenta
hasta que partamos.
La moneda herida de no poder quedar
fijado en los rituales que regeneran,
leer en los días el miramiento
que la solitaria escama protege del riesgo
de someter el tiempo a los deseos.
La masa heroica
que no pudo engañar el corazón.
Daniel Battilana (Inédito)
2 comentarios:
Magnífico texto, Don Daniel, conceptual, de extrañas y sugerentes amplitudes. En fin, mis felicitaciones, y un placer ver este blog reluciente.
Adhiero a las palabras de Antonio.
Besossssssssss
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