Calcé un vinilo y el que da vueltas ahora
para mí es Brahms, acá no se pelea nadie.
El atolondrado soy cuando soy yo
Ah, la prepotencia de la suavidad
Ah, te calce la caricia o su caridad
Así eso de que toquen para mí
es esto de que se parezcan para mí. Se parezcan
para mí.
Van por la mitad los pibes
Todos los pibes van por la mitad del surco
No es que van por la mitad en el surco
Es que se pelean en el surco
Y viven para otro, otro que no sabe de
Brahms.
Los que parecen buenos intentan sacarse el
corazón con la izquierda
Y les queda siniestro el gesto.
Cuantos amigos te daban el corazón con la
mano derecha
La mano del papel higiénico la que va al
culo y vuelve al corazón
La que va al culo y tapa la boca de la
mujer que gime
La que del culo va al sexo y lo oprime con papel.
L a que del papel hizo un culo y se limpió
con el
orto misericordioso de la poesía.
La mano que viaja al culo y se hace la fina
Y
lejos del culo se horroriza de la palabra.
La mano que vuelve del culo vota y esto sí
es disparar contra otro.
Poesía que también busca su culo que lo ha
perdido
en el almacén de la gallega que se fregaba
el culo con la izquierda
y te despachaba sardinas del corazón con la
derecha.
La bombacha y el batón pegados, hundidos en
el surco
donde la mitad de los pibes se peleaban por
no ser culos
de los alfabetizados señores del carozo.
La mano que va al culo te bendice y te
sostiene la cuchara,
Esa es tu mano hermano cuando te frotas la
travesura…
O te gusta lucir un culo en las alturas.
Te friega la hendija del alarido placer
Y siempre vuelve al culo con o sin papel
La mano que viene del culo te persigna la
frente
Y entre las nalgas se defiende del frio
Busca, busca en tus manos los restos de ese
papel
que tiño la gallega con lo que era ayer
sardina
Y el suplicio tenue de la boca culmina
en la mano que nos da siempre el culo.
Saco la sucia cuando descubro a Brahms
que ocupa todo el surco de mi mano.
Daniel Battilana
No hay comentarios.:
Publicar un comentario