Los amigos
esparcen sus negligencias
para bien del aire,
dejan sus soledades,
hacen manos a cosas
que mejor dejar protegidas
por el egoísmo de la sensatez.
Los amigos se lamen el pasado,
no hay presente que la amistad
no juzgue de mujer.
Todos se esparcen
y en vez de sostener
trenzan lo oscuro
se enfundan de una luz.
Es raro que un amigo
se mueva del agua que ocupa
o que no lo asuste el aire usado
por el mejor amigo de otro.
Los mejores amigos
son los seres privados del adiós .
Daniel Battilana
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