LOS VIOLENTARIOS
(Alrededor, un infierno sin demonios)
Nos visita el colorado y buenazo,
Por más irrepetible sin trono cualquiera
Siervo respetado, mameluco de certezas
Opuesto siempre, fusilante.
Nos ha venido entero y cristiano
Duro con su honestidad bien resignificada
Obedecemos a todo ensueño de su conciencia
En absoluta partida
Con presunción de enigma redituable,
Todo puro advenimiento.
Sujetos a su intensidad, mansos capaces.
Estuvo sin nosotros, se atrincheró de contestaciones,
El sensible asignador U visible moderado,
Señuelo voraz, eje fabuloso de la hombría partidaria,
Que bien vale un panteísmo de celdas recicladas
… Orla de misericordia, el objeto, la cosa, el ser, lo municipal y todos los caprichos de la KGB.
El miedo: distracción soberana.
Emocionado y siervo de lo divino, kosher,
Cintura de sí mismo. Grueso capo rufián.
Émulos de Stalin recibimos o fuimos convidados
De su elocuencia (no cortejarás a quien se nombre de nombres)
Entre los amigos eXcogidos estaban también los merecedores
De escuchar crecer su ombligo al exiliado que emite con jacintos poéticos
La amalgama de su locura, ráfagas liberadoras
Y liberados entre las ráfagas.
Arte que de tener Cienfuegos ceniza haría de camaradería.
A contarnos estuvo el que anduvo por el PC mantenido cultivando el olvido
de los indemnes perseguidos por ansia y CIA motivados.
Está sano y peligroso,
él, que coció a la nena en la leche materna y se la comió.
Hubo y pudo contarnos
Lo feliz que es vivir
De lo que es un estado
Que hizo de la ración una nación.
El colorado prefiere poemas aliviados, deja la fricción en los setenta,
Allí pisó, ardió, fue ordeñado por las colegialas del enemigo
Fecundó de pretextos antes de matarlos.
Fue al positivismo filosófico antes de plantarnos
Un desierto de soja; es socio de siete metros de brigadieres
Emplomados de galones.
El Pocho odiaba cuando verga suya se corría
En hijas y generales verdes en olivos.
Al santo quehacer le reverencian los polvos pederásticos.
¿HIGO tamaño, HIJO tamaño, CUERNO amigo?
¿Hay una distancia para todo OMBLIGO?
- Bendígame
usted con lo popular, padre.
- El
abnegado prefiere la puerta que lo hace agachar, para pasar.
- La
golosina eres tú, simplote. Golosina es un verdugo que reparte razones.
- Juro
por el invierno de todos lo chanchos, que
lubriqué con pólvora mis ideas;
me amargué con tropicalismo televisivo mientras con picana le tatuaba un asterisco de premios a estos perdedores.
- Te
perdono, Colorado, si te unís a lo azules.
- La
curia sabe que cuando te aprietan largas un jugo devastador, todo placer.
¡Y YO HICE QUE NO DIJE NADA, y yo hice que no dije nada!
La nación es un profiterol a punto de escupirse.
Liderarás en los ministerios con misterio,
Los Consejos Delirantes recaudan en armonía del prójimo agónico.
Prometerás con deudas, prosacando: crearás hambre con dinero, no regreses
Al claustro sin la obediencia del impuesto.
El colorado masticaba alambre en la Habana,
Ahora paladea la hostia como la medialuna del perdón: firma soluble de saliva
Desecha de humanos. La mastica creyente.
Por los míos que mataste
Por los tuyos que asesiné
la diferencia es la ciencia de creer.
(Hagamos derecho de los izquierdos, sin poner derecha en el derecho)
Predicción romana, Cayo Cayo. Post Cristo.
USURPA MINOR LIBRIS y serás absuelto por víctima.
“MIENTE, MIENTE que se hará perdón”
No fusilarás en mi nombre
A los hombres que entregaste y que en mi creían,
Sólo me los demoras con ideologías.
Sea todo ética minorista. Atariados de deberes
sin tarea hazte un escudo con sus sueños.
Písalos, písalas.
Con la hilacha del gusano
Harás la seda que te enrieda
En la historia de un fascismo cuyo
Organismo mutó en Maoísmo barato
Y hace su cadalso de unos
Macanudos setentócratas.
Pagarás mi crimen con plata del estado y
Cubrirás con lejía llamando rebeldía y no poder (miniatura elitista) o manía
Cuanto hice para lastimarte.
Cobraremos del Estado, si está,
Nuestros pecados al parecer pasados.
MIENTE, MIENTE que se hará poder…
Versos, miniaturas elitistas;
Rima aniñada, solfeo perverso lo sin idea.
Desmantelaron el silencio en nuestros ojos
con un brillo narcótico de dormidos gritando.
La parte dura
es cuando para asarlo
burlan al perro.
Daniel Battilana.
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